“Las nuevas tecnologías nos acercan a los que tenemos lejos
y nos alejan de los que tenemos cerca”. Voy a comenzar con este juego de
palabras que he oído decir a una persona muy cercana a mí hace no mucho y que
me ha impactado por la verdad que encierra.
A ver, desde luego nadie puede negar que ese ladrillo que
era antes el teléfono, se ha transformado en un objeto muy útil con el que
además de llamar podemos jugar, “whatsapperar” e infinitas cosas que me
llevaría horas nombrarlas. También podemos navegar por esas aguas del internet
que tienen cualquier información que puedas imaginar. A mí la verdad es
que me gustan las nuevas tecnologías como
las tablets, ordenadores… Me encantan.
Pero tienen defectos que están cambiando la forma de actuar
de la humanidad. Cada vez se nota más como el tiempo que lo utiliza la
gente aumenta, horas y horas al día, un exceso. Algunas de las veces es para el
trabajo con aplicaciones como notas, recordatorios, correo electrónico… Otras
para cuando estas de vacaciones y necesitas saber dónde estás o dónde ir
(google maps), sitios dónde comer, el traductor para entenderte con la gente…
Cuando vas por la calle puedes observar a la gente y
están todos enganchados al teléfono y a través de un móvil no se establecen
lazos de amistad. También cuando voy a un restaurante puedo ver grupos de
amigos o familiares mandando fotos de donde están, con quien… No lo puedo
entender porque no disfrutas de esas personas.
Respecto al uso de móvil en niños quiero dejar claro que NO
es una necesidad, yo tengo doce años, no lo tengo y vivo bien tranquilo. ¿Por
qué digo esto? Pues porque hay niños con mi edad y más pequeños que ya tienen
móvil y que no podrían pasar un minuto sin él.
El móvil es llamado “la correa digital” porque a través de
ella los padres pueden controlar a los niños cuando estos salen con amigos,
cuando se independizan más y bien van solos a casa o después de entrenar se van
por ahí y vuelven tarde mismamente. Dentro de eso hay que distinguir, no es lo
mismo vivir en Palencia que en Madrid. En Madrid tardas más tiempo en ir al
cole, es una ciudad más grande… No digo que en Palencia no pero desde luego es
más pequeña así que en esto hay menos necesidad de control.
Pero… ¿para qué? El teléfono dicen que se usa para llamar,
eso sí como he dicho antes tiene miles de funciones y a un niño le dejas acceso
a todas ellas. La cuestión es si debería ser acceso ilimitado al móvil o a las
redes sociales, juegos, internet, etc. Porque sin control un teléfono es
como un mini-ordenador y en manos de un niño, sin control eso es muy peligroso.
Un límite desde luego está bien, ampliando funciones y tiempo dependiendo de la
edad. Digo la edad pero es casi más importante la responsabilidad o la
confianza en estos casos. Son cosas muy distintas ya que el móvil cuesta
dinerito y no se puede perder o romper uno por semana. La confianza que tengan
tus padres en ti depende mucho a la hora de la frase: Es que no me fio de ti
para esto. Y por ese simple motivo te puedes quedar sin teléfono.
Muchas veces no es tenerlo sino el usarlo, el móvil puede
ser de tu padre/madre y que te lo dejen o se lo cojas. Un ejemplo de esto sería
cuando los padres van con amigos a tomarse una cerveza y quieren que los peques
no les molesten. Y ahí da igual la edad, dejamos el teléfono al niño y lo
tenemos un rato entretenido.
Otra pregunta es: ¿se debería comprar un móvil a un niño
porque todos los demás lo tengan? No es mi caso pero se puede sentir exclusión
social por el típico: Pero si lo tiene todos… Te puedes sentir apartado porque
se queda a través del teléfono y tú no te juntas con los demás y eso siempre es
una buena excusa. Excusa pero no motivo para llegar a obtener un móvil.
En resumen no es malo pero tampoco necesario yo creo que el
problema no está en tenerlo o no tenerlo sino en el uso que se haga de él. Y al
fin y al cabo estamos en el siglo de las nuevas tecnologías. Nos vemos...
Una vez que Alejandro ha realizado su valoración, me toca.
Reconozco que no me lo ha dejado fácil el merluzo este:
El móvil, ese compañero inseparable de camino que llevamos
prácticamente todos a nuestro lado en cada momento del día, se ha convertido en
un elemental fundamental de nuestra rutina. Y más si nos referimos a los niños y
jóvenes (aunque pensándolo bien, tampoco hay una gran diferencia con los
adultos).
Actualmente, tienen entre manos un elemento indispensable
para los tiempos que corren. Les permite estar conectados con otros, tener
acceso a cualquier tipo de información, escuchar su música favorita, compartir
y observar sus redes sociales, apreciar y compartir diferentes tipos de
vídeos,... y un montón de facilidades que tardaríamos en explicar durante un
buen rato. Pero "no es oro todo lo que reluce". En función del lugar
y ámbito que se utilice, podemos obtener lecturas diferentes sobre su uso.
El hogar del chico o de la chica debe ser (desde mi punto
de vista) el primer lugar donde recibir sus primeras indicaciones y
advertencias sobre su uso. Quién mejor que las personas más cercanas y que más
le quieren para "asesorar" sobre la cantidad de usos y posibilidades
que nos ofrece un aparato de este calibre, pero sin olvidar aquellos riesgos a
los que están expuestos. Es interesante aprender (o también que nos enseñen) juntos
pero sobre todo, marcar qué puedo hacer y que me aporta su uso, y también
remarcar aquello que no me beneficia y que me molesta y molesta a otros.
También pienso que dentro de un aula es el otro lugar
idóneo para trabajar con esta herramienta que encierra tanto potencial, por
todas las situaciones de aprendizaje que ofrece. Hoy en día, podría y debería
ser nuestro complemento a muchas de las acciones que planteamos en un espacio
cerrado, abriendo esa "ventana" a lo cotidiano y a lo real.
Mi verdadera preocupación comienza cuando viven sus tiempos
autónomamente, y frente a esta situación, se nos plantean verdaderos retos
educativos:
-Equilibrar el tiempo del uso del móvil: debemos hacerles
ver qué no es adecuado estar constantemente con los diferentes dispositivos y
que conviene disfrutar de un tiempo sin su uso como los descansos, las noches,
las comidas, el tiempo de trabajo o estudio,...
-La riqueza de las relaciones reales: es necesario poner en
valor lo que nos aporta estar con las personas y del disfrute de las mismas
como cualquier conversación, el placer de estar con otros, de prestar atención,
de escuchar activamente,...
-La educación y el respeto en los momentos de grupo:
"aparcar" nuestros dispositivos en las reuniones familiares, en los
círculos de amigos y en los momentos relacionales les hará comprender la
importancia de una presencia real y consciente, no solo con acomodar nuestro cuerpo.
-La actitud hacia las redes sociales: considero fundamental
educar en lo que compartimos, cómo lo compartimos y en qué situaciones. También
fomentar el respeto online en cualquiera de las aplicaciones o redes que van a
usar (que no se nos vea en persona, no quiere decir que podamos decir cualquier
barbaridad).
-La prevención de la postura corporal y de posibles
"enfermedades": comunicarles e informarles sobre posibles
consecuencias de un uso inadecuado puede evitar problemas en las espalda o en
los dedos, así como en un exceso de dependencia del aparato o alteraciones
emocionales "injustificadas".
Cada vez tengo más claro que es absurdo prohibir un
elemento que todos hemos incorporado a nuestras vidas. Solamente, debemos
enfocar nuestras actuaciones para que todos saquemos provecho de los móviles.
No por bloquear algo, vamos a resolver esas situaciones y en ocasiones, hasta
podemos provocar el efecto contrario. Considero que necesitamos reconducir la
situación y que todos (los adultos primero) debemos aprender a usar este
dispositivo.
Por último, felicitar a Alejandro por su entrada, se ha
currado mucho este tema. ¡Enhorabuena Voldemort!
Muy buena entrada!!!
ResponderEliminarMenuda currada. Muy buenos argumentos. Me parece muy interesante el proceso de enseñanza de uso de los soportes informáticos. Cómo profesor me resulta curioso ver cómo alumnos navegan por las redes sociales y luego no dominan, por ejemplo, como poner el interlineado adecuado en un procesador de texto
ResponderEliminarSimplemente,brillante,Cracks!! Resulta sorprende la velocidad con la que se han introducido en nuestras vidas, pero quizás lo más sorprende es el uso inadecuado debido al desconocimiento de los peligros que conllevan estas herramientas. Aún nos queda mucho por aprender sobre este tema
ResponderEliminarMuy interesante reflexión por parte de los dos. De cómo pueden ser una gran herramienta en la educación, pero del peligro de no saber usarlo, gran verdad que has dicho Alejandro.
ResponderEliminarY sobretodo de como estamos todo el día enganchados al teléfono y no disfrutamos de la compañía de los demás.
Gran verdad
Enhorabuena chicos!!!!!!