domingo, 22 de octubre de 2017

¡SE VALIENTE, LA MISIÓN TE ESPERA!

Nuestro joven "bloguero" ha querido detenerse en un día marcado en nuestro centro, el día del Domund. Vamos a ver que nos cuenta sobre este tema:

Todas las semanas, tenemos una hora de tutoría. Un espacio que solemos compartir con nuestra tutor/a para hablar de nuestras preocupaciones, en el que normalmente seguimos un calendario con distintas etapas y pautas previamente marcadas. Hay veces que resulta  bastante aburrida,  más que repetir los mismos temas, que aunque no les quite importancia, hacen que las clases de tutoría esos días, sean las menos esperadas. Otros días, esta clase te hace prestar atención con los dos ojos muy abiertos, bien porque es algo divertido: Debates, escoger el delegado…  O bien porque los tutores han propuesto un tema que te interesa, te llama la atención y aunque puede que hayas oído hablar mil veces de ello, aun así, prestas la misma atención que la enésima vez que escuchaste alguna historia de tu abuelo.

Esta semana el tema elegido, no podía ser otro, El Domund. Para los más desinformados, Domund significa DOMingo MUNDial. Entramos en la clase, ese día no teníamos al profesor habitual, gente con la cabeza gacha al mirar lo que ponía en la pizarra, “Otra vez, cada año lo mismo” pensarían, otros miraban la pizarra con ilusión, con ganas de comenzar y el último grupo, en el que me incluyo, miraba con curiosidad…

Comenzamos la sesión con varias preguntas lanzadas por el profesor para comprobar lo que sabíamos al respecto y había gente que no dejaba de levantar la mano, repito que el Domund es un tema muy tratado en el colegio.

Después el tutor nos informó del “lema” del Domund de este año: “Se valiente, la misión te espera”. La primera conclusión que empezó a sacar la gente, fue: Los misioneros tienen que ser valientes, los misioneros tienen una misión que es ayudar a la gente con dificultades…
El profesor, tras observar las primeras reacciones, dio paso al vídeo que acompaña todos los años al Domund.

El vídeo comenzaba con un niño en su cuarto, jugando sólo, con unas figuritas. Su cuarto, estaba decorado con pósters de superhéroes. En la siguiente escena, entra un hombre que se identifica como su tío y se sienta con él, se puede observar que lleva alzacuellos. Comienza a hablarle al niño de las figuritas, que curiosamente son superhéroes, a juego con la habitación. El niño, visiblemente triste le dice que los superhéroes no existen y su tío, le responde: “No todos los superhéroes llevan capa”. Quiero resaltar esta frase, de la que luego hablaré. El niño habla de que su tío hace cosas muy peligrosas, que es muy valiente, cuenta que paró un guerra, ayudó a unos niños, nos hace entender que su tío es misionero. Pero lo más interesante del vídeo es cuando su tío dice: “Tú no necesitas ser misionero para ser un superhéroe y ayudar, todos tenemos una misión”.

Los misioneros son gente que deja su vida por irse a ayudar a distintas partes del mundo. Yo, ahora mismo no es una posibilidad que contemple, pero eso no significa que yo no pueda ser un superhéroe. Con cada gesto, con cada acción, demostramos quienes somos. No necesitamos irnos hasta la otra punta del mundo para ayudar, sólo de camino a nuestra casa ya nos encontramos con gente que nos necesita. Así que no, no todos somos superhéroes, pero todos debemos ser superhéroes.

Necesitamos una misión, un objetivo, necesitamos mantener un rumbo, tener una meta fija y movernos hacía ella.

Tras analizar el vídeo, el profesor nos dio una frase para pensar, acerca de la valentía:
-“Ahora hago con miedo lo que antes no hacía por miedo”. Nos explicó que todos tenemos miedo, que es algo que es imposible de quitarnos de encima, pero es como el fuego, lo podemos alimentar y crece, o lo podemos controlar.

¿Acaso alguien piensa, que los misioneros no tienen miedo? Os resolveré la duda, sí, lo tienen. Ser misionero significa aceptar una vida muy diferente, es irte a vivir lejos, a un sitio con menos dinero, menos desarrollado, normalmente más peligroso… Hasta los superhéroes tienen miedo, por eso este año el “lema” dice “Sé valiente”, para que nos enfrentemos a nuestros miedos y le plantemos cara, o simplemente encaremos las dificultades que nos encontremos por el camino, como un superhéroe, como un misionero.

Las donaciones
Es muy conocido , ese sobre que nos entregan en el colegio, por estas fechas, para “llenarlo” de dinero, entregarlo y llevarlo a las parroquias. Cuanto nos cuesta… Las chuches de después del colegio, o a los padres una de las cervezas del viernes. También en las misas de los domingos, el dinero recaudado es para colaborar con la labor evangelizadora y humanitaria de los misioneros. Pero de la Solidaridad, ya hablamos hace unos meses en otra entrada.

Lo último que quiero comentar, es sobre una charla de la semana pasada, de  un chico, al que se le podría considerar misionero y que  nos contó su experiencia en un colegio Maristas, en Honduras, en el que tratan de ayudar a niños pequeños a encontrar un futuro,. En ese colegio, gente de allí y otros Maristas, recogen a jóvenes de la calle o bien, las familias se lo piden y les educan, les dan una cama donde dormir, comida… Nos contó la situación allí y las imágenes eran desgarradoras. Pero el que él fuera allí (No recuerdo sí 1 o 3 meses), le hace ser un misionero, le hace ser un superhéroe.

Entiendo que es mucho tiempo fuera, un cambio de dirección en tu vida, pero, la misión te espera, así que se valiente

Como él, miles, por no decir millones de personas cada año dejan su vida para ayudar a los demás, para cumplir “La misión”.

A ellos a dedicada está entrada, no dejan de sorprendernos.

Es mi turno:

En primer lugar, quería disculparme con mi "joven socio" porque le he insistido un montón en que es bueno que seamos estrictos con el día de publicación y resulta, que el que ha sido responsable de este retraso, he sido yo. Mil perdones!!! Aprovechamos también para publicarlo el domingo, porque me insistió que lo hiciéramos hoy debido al tema que tratamos, a pesar que yo le perseverara que no,... y  resulta que le he tenido que hacer caso a la fuerza.

Reconozco que me está costando mucho centrarme en cómo plantear este artículo. Este chico ha hecho un cambio de rumbo inesperado sobre el tema que teníamos inicialmente previsto, y me ha trastocado todos mis esquemas mentales. Tendré que ir improvisando a medida que voy argumentado mis ideas. Ya se la cobraré en otro momento, porque esto, a los que somos "limitaditos", nos mata.

Hoy, viendo el planteamiento que ha hecho, quería centrarme en las figuras que él destaca como héroes: aquellos que entregan su vida por los demás. Voluntarios que en un momento de su vida deciden acudir a un entorno diferente (aunque no siempre es así, puede ser en el mismo) y colaboran para que la vida de otros sea más sencilla. Quizás no son gestos o actitudes que midan algo tangiblemente, pero para mí, es un gesto de profundo respeto hacia los que están conmigo y algo que adquiere un valor incalculable. Sobre todo a aquellas personas que lo hacen porque están convencidos de esta labor (también existe mucho postureo al respecto).

Tengo la suerte de compartir momentos con muchas personas cercanas que han tenido experiencias de este tipo, ya sean amigos, profes de mi centro, hermanos de la institución para la que trabajo, monitores de tiempo libre con los que comparto espacios o momentos y compañeros de los diferentes círculos en los que me muevo últimamente (puede sonar a algo "VIP", pero vamos, que ni mucho menos). Y cada vez que una persona me habla de esto, me surge una sensación de admiración profunda hacia el paso que ha dado. También me nace un sentimiento de "envidia sana" por escuchar que es algo posible y que simplemente hay que lanzarse.

Sus testimonios se centran en las personas con las que conviven, en las sonrisas que contemplan en esas jornadas compartidas, en las historias que les relatan dentro de sus interesantes conversaciones, en los rostros que transmiten mientras conviven en un mismo lugar,... Debe ser algo muy emocionante, sobre todo por todo lo que puede llegar a aportarte esta elección, más que por lo que realmente puedas hacer o sumar. Y debe ser algo que marque. Aterrizar en otras realidades, completamente diferentes a lo que estamos acostumbrados y echar un cable a aquellos que por diferentes situaciones de la vida o que no han tenido nuestro mismo destino, es una forma de cambiar el mundo y es una actitud muy valiente. 

Para mí, esta situación que describe Alejandro es un reto personal. Un desafío que hasta la fecha no he sido capaz de completar, de dar el salto y lanzarme a cumplir algo que me apetece, que me encantaría y que me permitiría crecer y salir del entorno en el que vivo. Debo confesaros que he tenido amagos de irme en un par de ocasiones, y reconozco que me arrepiento un montón cada vez que me viene a la cabeza. No tuve el valor de dar el paso definitivo y de poder experimentar esta situación, y por momentos, me pesa. Son deudas pendientes que tengo en Zambia y que hoy sigo arrastrando.

Es necesario y de agradecer el poder contar con personas que apuesten por mejorar un poquito más este mundo que hoy nos toca vivir. Gente que se enfrenta en primera línea contra las dificultades de otros, que con ligeros gestos alivian el dolor o las posibles desgracias y que dan sentido a la frase "ama a tu prójimo como a ti mismo", porque en esto consiste nuestra vida, en construir un mundo mejor.

¿Cuándo me decidiré a ser un valiente?






2 comentarios:

  1. Lo primero que quería es mostrar mi admiración por los misioneros, por esos superhéroes, que un día deciden cambiar su vida y ayudar a los demás.
    He leído esta entrada un montón de veces, la he leído en orden, primero a uno y luego al otro y después al revés. He tomado notas, la he vuelto a leer...
    Alejandro, por supuesto que puedes serlo, debes serlo...lo eres. Como bien dices, con cada gesto, con cada acción, demostramos quiénes somos.
    "De camino a casa nos encontramos con gente que nos necesita", pero también en casa, en el colegio, en el trabajo...
    Manu, ¿ puedo cambiarte la última frase? Vale, sé que no puedo, pero si pudiera, la cambiaría por esta otra: ¿ Cuándo me decidiré a irme de misionero? Porque la respuesta a la pregunta que tú planteas está en lo que escribe Alejandro...y es probable, que ya seas un valiente.

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  2. Gracias por este toque de atención a una realidad que está ahí, pero que algunos no la vemos, o no la queremos ver (hay tantas facilidades para ello).
    Estoy totalmente de acuerdo con que no es necesario viajar para ser un "superhéroe". Cada uno puede serlo allí donde se encuentre. Solamente hay que tomar conciencia de ello. La vida cambiaría mucho para todos y haría que fuéramos mas felices. Termino como he empezado, gracias.

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